30

Ya tengo 30. A muchos de mi entorno les inquieta. Sin embargo nunca me he sentido más joven ni más libre.
Esta ha sido la ocasión para darme cuenta de que empezar un camino nuevo cada vez puede ser difícil, pero también puede revelarse sorprendentemente grato.
Ayer llovió en Madrid durante todo el día. Gabriela y yo preparamos un pastel y salimos a dar una vueltas.
El instante en que nací, las 15h55, me pilló cuando estaba caminando.
Así quiero que suceda cada año.

1 comentario

[Eduardo - 04 de diciembre de 2005 - 00:30]

Treinta años no son nada, guapa gafotas; algún día, dentro de veinte, estarás dispuesta a entregar un pulgar (repara en que ya no podrías tocar el timbre de la bicicleta. Horror) a cambio de regresar a esta juventud que hoy te parece añeja. Bah, lo malo es que ese día no encontrarás a nadie con quien hacer el trato.