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diariodecosas

VIVO

Vuelven

Vuelven

El buen rock argentino.

Las tardes de música con amigos.

Los peinados a lo The Cure.

Los ritos, las cúpulas, la furia.

Soda Stereo.

El placer de oírlos, de pedir que nos traten suavemente, durmiendo al amanecer entre sus piernas, de volar por la ciudad donde nadie sabe de mí y yo soy parte de todos.

 

Viaje alrededor de mi cuarto

Viaje alrededor de mi cuarto

Ayer me llamó Alvaro Lasso y pudimos encontrarnos un momento antes de que partiera para Frankfurt.

Nos vimos en el Shakespeare and Company y comimos en el mismo chino de hace unos meses. Nos pusimos al día de los incidentes de los últimos meses y me dejó el libro de Pachamama Club.

De repente, a pesar de lo estereotipado que me había parecido el proyecto, esta vez lo miré con simpatía. Quizás porque está hecho por editores jóvenes que no consideran lo andino como bastión. Quizás porque hay una frescura, una ironía, un humor del que carecen muchos escritores cusqueños.

Después encontré a Cris, que también andaba por el Barrio Latino, y pude al fin decir con todas sus palabras que ya no amo París y que me he cansado de la arrogancia parisina, tan corriente y sobre todo cuando llega el frío. Me pasa como a esas parejas a quienes empieza a disgustarles el sonido de la tos del otro y que empiezan a observar cada detalle bajo el microscopio del aburrimiento.

Por eso prefiero quedarme en casa, frente al ecran, oyendo TVE mientras subo las noticias al blog. Experimento el placer del viaje alrededor de mi cuarto, y este camino, aunque no es nuevo, es cada vez más fascinante.

Una frase de Xavier de Maistre me viene a la cabeza: "Le plaisir qu'on trouve à voyager dans sa chambre est à l'abri de la jalousie inquiète des hommes ; il est indépendant de la fortune."

Es independiente de la fortuna.

Por fortuna se entienden tantas cosas.

otoño

ha llegado.

dejé un trabajo, con alguna que otra frase desagradable. Ahora paso las tardes en casa, leyendo, escribiendo un poco.

y el tiempo se va poniendo algo otoñal, como suele gustarme. Vuelvo a pensar en los caminos que he ido abandonando. Son tantos.

enciendo el televisor, como para inventarme una compañia. para sentir que integro algo.

justo oigo esta cancion

 




Tété a la faveur de l'automne
envoyé par felej

la puerta del horno

la puerta del horno

esa frase. reaparece cada vez que voy a dar un paso definitivo.

este fin de semana debo dejar la casa de Emilie, donde he sido, aunque ella no lo crea, muy feliz.

Esta chica, casi siete años más joven que yo, ha sido en numerosas ocasiones una extraordinaria compañía. Aunque creo que nunca voy a decírselo.

De algún modo y a nuestra manera creo que nos hemos entendido. A pesar de haber estado muy ausente.

He negociado con Stéph algunos centímetros cuadrados. ¿Cómo renunciar a todo aquello que he amado, mis libros, mis ropas, algunos de ellos habiendo hecho viajes de ida y vuelta entre Brunoy, París y Madrid?

He decidido, mientras se pueda, guardarlo todo.

Veremos si se tuesta el pan.

Dia D - Jour J+1

Ayer hice la sustentación de mi tesis.

La experiencia, difícil, sin embargo me sorprendió. Uno tiene la sensación de que el tiempo se comprime.

Durante cuatro horas respondí a preguntas - casi todas - menos duras de las que había preparado en mi mente. Suele ser así. Mi tesis les gustó. También hubo críticas, pero creo que se respetó el espíritu de mi trabajo. Mis setecientas páginas a línea y media les parecieron suficientes para decir: bien, aquí ha habido trabajo.

Ahora tengo una sensación de tristeza.

Después del resultado descorchamos una botella de champagne en el salón y conversamos todos. Uno de los jurados le dijo a Stéph que ahora había que prepararse para la melancolía. Es como un parto, le dijo otro.

Me dieron la mejor mención, y estoy orgullosa. Este trabajo suele ser solitario e ingrato. Felizmente ahí han estado siempre mis amigos, mi familia y Stéphane. Sobre todo él.

J-1

Hoy en el menú:

- Reconciliación telefónica con Stéphane después de una noche sin hablarnos.

- Malena está embarazada. Malestares a granel. No pudo ayudarme con las preguntas capciosas.

- Gabriela dice que esté tranquila y que todo irá bien, que esto es más una conversación que otra cosa. Mmmm, ya lo he oído muchas veces pero el miedo sigue ahí. Lo mejor será tomarme un buen vaso de algo bien potente.

- ¡Emilie no sabía que yo me iba a fin de mes de la casa!. Horror, y eso que pasé toda una tarde de estrés pensando en cómo avisárselo. Es lo que tiene el maldito teléfono y sus respondedores. Finalmente lo supo por casualidad, mientras yo había olvidado ya ese tema. Enfin.

- Salí a buscar algo que ponerme mañana. Compré una falda que me probé con el resto de cosas que ya tengo. Encontré el conjunto que va. Un asunto menos.

- Llamé a la U para saber cómo hago para abrir una botella de champagne después del examen. Nada. La secretaria casi casi me mandó al infierno. Felizmente ya termino con todo esto. Pero el problema sigue ahí. Mi profesor no ha sido de mayor ayuda. Me ha dicho que no es necesario, que no gracias, que el jurado se irá rápidamente, etc. Contra todo, la voz de la razón (Stéphane) ha decidido llevar un cooler pequeño con un par de botellas y vasos de plástico para el final.

- Me he puesto algo sensible. Felizmente están Cris y Ángel siempre amables. También Stéphane. aunque a veces tengo la impresión de que le vienen las ganas de sabotearlo todo Sonriente

J-3

J-3

Este viernes sustento al fin mi tesis.

Aunque no hay todavía mucho estrés ni temor, comienza a instalarse la ansiedad.

Para curarme, vi ayer dos episodios de "Lost", que Stéphane y yo trajimos de Perú.

Impactante la caída del avión, pero cuanto más la ves, hasta eso comienza a parecerse a la montaña rusa: un sacudón sin mayores daños.

Paso las horas leyendo y leyendo sobre el cosmopolitismo, la cultura, Vargas Llosa, etc.

Intento recordar como se me ocurrió escribir sobre esto y aquello. A veces, con sorpresa, veo que se me ha olvidado.

Hace más de cuatro años que trabajo en ello. Vargas Llosa es casi como un amigo (y también lo opuesto).

Ayer me reí de un lapsus que había cometido, y que deberé corregir. En lugar de poner "Los perros del infierno" como título de su guión, puse "Los papeles del infierno".

A veces, Varguitas, me has parecido infernal.

again

entregué mi tesis hace unos días.

este fin de semana me invadió una profunda tristeza, aunque no debiera aún haber llegado, pues la tesis que entregué no es la definitiva.

en fin.

lo postergado va exigiendo que se le cumpla.

no tengo ganas, ya estaba acostumbrada a llevar mi vida como un pistolero.

me cuesta socializar, las conversaciones me cansan rápidamente.

estaba escribiendo una novelita, aunque sin pies ni cabeza. tal vez debo dar una vuelta por ahí.

a veces extraño a los antiguos amores, a uno en particular, cuando hay sol y oigo risas. dónde estará, con sus cabellos de sal y pimienta.

diciembre 2007

pausa navideña.

noches de conversa con gabriela.

horas en el chat con stephane.

planes para un nuevo apartamento.

nuevamente el frio de madrid, pero con sol.

mi tesis torturandome a veces.

viendome guapa (a veces menos), a veces vigilando la balanza.

avanzar en espiral. dando saltos a veces. retrocediendo otras, pero yendo hacia arriba.

dias.

mas dias.

con miedo de pocas cosas, con muchos planes.

a veces riendome mucho, de nada en particular.

pausa

Hago una larga pausa de varios meses, aunque no garantizo no poner alguna noticia por allí.

Mi director de tesis ha dado al fin un ultimátum y tengo 400 páginas por escribir, en francés, y además tienen que ser brillantes.

Valentín Paniagua ha muerto y eso de verdad me ha entristecido. Además de otras tantas cosas, asuntos familiares, algunas decepciones, uno de mis trabajos, que se ha convertido en un lugar infecto. En fin. Sin embargo, y como en todo, consigo arrancarle placer a cada día.

días

pienso en mi relacion con d., en lo que uno puede desgastarse, en cuánto puede uno herir, a veces sin querer, otras adrede. en la sorprendente capacidad que tenemos a veces para aguantar las flechas, esquivándolas o no.

cuando recuerdo esa vida cotidiana, una mezcla de nostalgia y de disgusto se instalan por un instante.

qué dificil: no hablar el mismo idioma, interpretar las cosas de manera tan distinta, sentirse impotente porque lo que uno dice inocentemente constituye de inmediato una prueba en contra, tener finalmente expectativas opuestas, posiciones políticas opuestas, modos de comunicación opuestos, estados de ánimo opuestos.

y aún después, uno cree sólo ser capaz de eso, hasta que se va encontrando gente que vive en armonia, que se ríe mucho, y sorprende verse a veces así, amable, generoso, valorado.

hoy me siento satisfecha, y por eso tengo ganas de agradecer (no creo que lean este blog, pero sabrán reconocerse si es el caso) a las extraordinarias personas con quienes he compartido el tiempo en estos dos últimos años. Cada día pasado con ustedes ha sido muy feliz y se los debo para siempre.

Dutronc

Dutronc

Paso mis tardes del fin de semana frente a la pantalla. Quisiera estar echada en mi cama, o mirando la televisión, o hasta intentando nadar en la piscina. Este mundo despiadado del trabajo es una cosa espantosa. Aún en mi trabajo alimentario, donde hoy hay un pésimo ambiente, uno pierde a veces las perspectiva de las cosas y creer haber nacido sólo para producir. No creo que sea correcto.

Así que estoy aquí, una vez más, disfrutando de la música ahora con el you tube. Y preguntándome si lo verdaderamente justo no es sino el estar bien, el intentar hacer que todo sea lo mejor posible para uno. (Lo siento, hoy no tengo ganas de alimentar ideales colectivos, hoy quiero ver por mi pellejo, cosa que nadie máa hará por mí). A veces oigo esa canción de Dutronc , y me pregunto si no es eso finalmente lo más útil. La libertad negativa de la que habla Isaiah Berlin: la de hacer lo que a uno le plazca donde el límite es lo que comienza a molestar al otro.

En fin...

septiembre

septiembre

anda, deja que ...

que se come con miel ...

y tal vez

no tengamos mas...

y tal vez no seas tu...

 

azar

azar

Leo los anuncios del FUSAC esperando el autobús que me lleva a la Biblioteca y volteo por un breve instante. Veo unos zapatos familiares, un jean, un polo que conozco. Me acerco. El azar, las coincidencias, estamos en el mismo barrio, junto a François Mitterrand está el cine. Mientras yo iba a estudiar, él iba al cine.

Después me parece demasiado bueno, y pregunto entre risas: me has seguido ¿no?

Sí, desde la salida de mi trabajo, me ha seguido hasta Saint Michel, ha visto cuando me he comprado un panini, cuando he caminado mirando los escaparates, cuando he cambiado dos veces de idea para volver a la estación de Cluny y tomar el metro 10 hasta Austerlitz.

Ha visto cuando me he extraviado en los corredores de la C, cuando finalmente, saliendo, me he arreglado el sostén, aprovechando la soledad de los pasillos, cuando me he mirado en un espejo, y he salido cerca del Sena, cuando he cruzado los boulevares con el semáforo en rojo, cuando me he sentado junto a un pakistaní o indio, en la parada del bus, y cuando, finalmente, he deglutido el último bocado de mi almuerzo.

"No sabes por dónde caminas" oigo, y "vas demasiado aprisa". "He estado tan cerca, y nunca me has visto", "en ningún momento me escondí, y no me has visto". Me invade una total indefinición. No sé si reír o llorar. No sé si sentir temor o halago. Me río, pero son los nervios...

real life

real life

 

Gabriela se ha comprometido con uno de los chicos a quienes tiene locos. No me ha preguntado lo que pienso, sólo me lo ha comunicado y me parece bien.

Esta cuestión de las generaciones y de los compromisos que se van adquiriendo siempre me ha parecido curiosa. Tal vez porque soy una insensata y porque siempre me gustó, o me salió actuar de manera inesperada (y por lo general equivocada). El hecho es que las cosas se van encadenando, la seriedad se impone, y voy sintiendo cierta nostalgia de las cosas que no hemos hecho.



Para este post voy a poner algo rojo...

relatividad

relatividad

Hoy leo que los españoles se endeudan por cincuenta años para tener casa propia. Que tener casa propia es una cuestión de prestigio, un vía crucis obligado.

Envío la noticia a Stéph, que busca departamento en París. Desde hace unas semanas, cuando un agente le llamó para ofrecerle un studio, hemos organizado visitas, hemos llamado a muchos propietarios, mirado anuncios de agencias y visto muchos lugares. De todos los sitios, uno sólo parecía interesante, pero la calle estaba llena de yonquis y el vecindario daba miedo.

Hace como una semana, Angel y Cris nos han invitado a cenar. A hora y media de París, frente a un inmenso jardín, nos debatimos todos entre el espacio y el tiempo.

Se trata siempre de eso. Siempre la misma cuestión, qué vale más para uno, a qué se puede renunciar todavía. Cuál es nuestro mínimo indispensable: ¿el espacio?, ¿el tiempo?

Angel quiere mudarse a París. Cris no quiere renunciar a una casa grande. Stéph quiere no tener que viajar a su trabajo durante una hora cada día. Por ahora, yo me contento con lo que me toca, pero sé que no va a durar.

El espacio: donde deja uno sus marcas. Donde deja uno su huella indeleble.

El tiempo, donde uno es y deja de ser. Donde la transformación es la constante.

curioso. Escribía el penúltimo post al lado de un muchacho que acaba de levantarse y pasar enfrente mío.

Llevaba un polo con la cara del Che y marcado en rojo "REVOLUCION".

Sí, qué fácil es la revolución desde una silla de la lujosa Biblioteca Nacional de Francia, fácil cuando no se tiene la policía encima por el permiso de residencia, fácil cuando no se tiene que volver cada once meses al triste país, pagar más de mil euros en permisos de salida y estar obligado a volver, once meses más tarde después de haber trabajado y estudiado durante todo el puto año sin parar. El precio de hacer una tesis aquí para un cubano.

Fácil cuando lo que uno quiere ser o hacer está al alcance de sus manos y depende casi únicamente de tu voluntad. Fácil es desear la revolución para el otro, mientras no sea uno el que se muera de hambre. Qué romático suena oír que en Cuba se han comido durante años sólo pomelos y coles (pregunten a un cubano de cuántas maneras se puede preparar un pomelo). Qué héroes los cubanos, todo lo que hacen por sus ideales. Fácil es la revolución desde París, Madrid, o aún Lima. Salud por ella, peor eso sí, con un Cuba Libre.

Peru

Peru

 

 

amo al Peru.

a veces, cuando me siento desesperada por cosas de papeles, cuando hay viajes, elecciones, malas noticias, me digo que fue pura mala suerte nacer ahi.

pero ésa es una tonteria de la que me arrepiento inmediatamente.

amo a mi pobre mi pais como todos los que hemos tenido que dejarlo, con rabia, con decepcion, con alegria (algunas veces).

cuando entro en el metro y oigo, aunque sea lejos, algun sonido que me recuerde la casa, los amigos, el cielo azul de la sierra, el olor de Cusco cuando llueve, mi corazon se hace pequeño y quisiera volver, quisiera nunca haberme ido.

cuando me cuestiono sobre mi identidad, sobre todas las cosas que soy ahora, el lugar mas entrañable esta reservado para mi lado peruano.

ayer le decia a alguien que nunca volveria a vivir al Peru, pero esta mañana, mientras tomaba una ducha, estaba haciendo planes para mi retiro, cuando sea vieja, y no podia imaginarme un lugar mas perfecto para ser feliz que el Peru, que mi casa en Santiago, que yendo al mercado de Santa Clara, que tomandome un café con amigos en la Plaza de Armas.

Y asi es, este pais nos ha dado tantas cosas. Tratandonos tan mal, nos ha quitado el miedo, nos ha hecho fuertes, nos ha obligado a tener fe, nos ha hecho amar la vida.

 

Nota: disculpas por la imagen huachafa, pero asi es el Peru

vacaciones

vacaciones

Vuelvo de vacaciones. De nuevo la casa, correr al metro, correr al trabajo (infame trabajo), correr de nuevo al banco, al correo, seguir corriendo a la casa, preparar a carreras la comida, comerla rápidamente, dormirse temprano porque el día comienza a las siete y así, sin parar día tras día.

Y las vacaciones llegan, y también pasan, con todos los buenos instantes en los que uno se siente vacío, sin utilidad, tostándose bajo el sol, preguntándose sobre el por qué de las cosas y sin querer encontrar respuesta, riéndose de lo tonto que es uno en la ciudad, en el día a día, deseando irse siempre lejos, pensado que es necesariamente en otro lugar donde la felicidad se encuentra. Jamás aquí, jamás en nuestras manos, siempre allí, donde estuvimos antes, ése es el poder pernicioso de la memoria, todo lo transforma en cosa sublime.

Hoy, más que otros dias, me aferro al hoy (voluntaria redundancia), quiero que este día, en el que dentro de algunas horas tendré un pequeño conflicto laboral, sea un buen día.

Quiero presentarme como a las vacaciones, sonriente y sin ningun proyecto, sólo el de divertirme. Quiero lanzarme al mar como un surfista (como supongo que éste lo hace), sin conocer el tamaño de la ola, pero con la seguridad de que encontraré algun placer a la cosa, corriéndola o siendo aplastada,y salir luego mojada y satisfecha.

negociacion

no quiero ceder.

aparecen circunstancias en las que no soy capaz de renunciar a nada.

me duele pensar que hay que cancelar las salidas, elegir solo una.

como saber qué dejar entre lo que amo y lo que amo?

tal vez, como me decia una amiga muy sensata: la eleccion no es entre a y b, sino entre yo y yo.