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"Partir" de Tahar Ben Jelloun

"Partir" de Tahar Ben Jelloun

Por fin terminé esta novela que acaba de salir en Francia.

El autor me era desconocido, sin embargo ha ganado el Goncourt el 87 por su novela "La Nuit sacrée".

Apunto algunas observaciones sobre su novela:

- La frustración conduce a la inmigración. La inmigración no aparece como algo natural. En esta novela hay dos tipos de inmigrantes. Los inmigrantes voluntarios son siempre los europeos, llámense españoles o franceses. Cuando estos inmigrantes llegan a Tánger, siempre lo hacen para huir de las normas sociales o del Estado (para fornicar, drogarse, pagar por sexo, hacer contrabando, huir de Franco). 

El otro inmigrante es involuntario y es sistemáticamente africano. No parece existir el libre deseo de conocer al otro. Nunca va a Europa por otra cosa que la economía. El encuentro no se produce entonces a través de la "filia", sino a pesar de una leve "fobia". El inmigrante está en la incapacidad de conseguir la felicidad, pues el principio de actuar contra su agrado es la norma.

- Percepción sesgada de las cosas. Manejo algo maniqueo de las situaciones.

- El inmigrante nunca logra integrarse. Todos los personajes principales son marginales. Quienes toman contacto con ellos lo son también. Azel es amante de un hombre rico. Kenza es bailarina en un resturante (no ejerce como enfermera), Miguel es homosexual y ha sido a su vez amante de un inglés poderoso.

- El inmigrante vive rodeado de sufrimiento: administrativo (sin papeles, o dependiente de la buena voluntad del gobierno), físico (la enfermedad golpea a todos los personajes principales) y moral (permanente para todos).

- La inmigración aparece entonces como algo puramente negativo. El autor no presenta en esta novela un solo caso de inmigración exitosa, y la de Miguel lo es al precio de grandes sufrimientos morales. Un fuerte sentimiento de culpa se deja sentir en cada uno de los personajes, como si éstos debieran ser como el resto pero al no lograr hacerlo incurrieran en falta. Inmigrar aparece aquí como una transgresión a la naturaleza.

- El sufrimiento es una constante. Este mundo es un lugar donde la felicidad no es natural, y sólo se consigue habiendo pagado un precio.

- La sexualidad como vía de liberación y al mismo tiempo de la esclavitud. Azel es así el gigoló, y esclavo sexual de Miguel, y para su hermana Kenza, los únicos momentos felices son los encuentros sexuales con Nazim.

- La gran presión social a la que son sometidos los personajes por su entorno originario, las expectativas familiares, sociales, los compromisos adquiridos, la necesidad de retribuir a los seres queridos hace que el lugar de nacimiento sea una suerte de cárcel. Sin embargo, curiosamente, el exilio no es vivido como libertario, o si lo es, sólo parcialmente (en los personajes femeninos).

- Alejarse es para Ben Jelloun como una enfermedad. Una sola es la vía de salvación: el retorno. Sólo de este modo los personajes podrán recuperase a sí mismos. Pero el retorno, en el último capítulo, es curiosamente también la muerte.

En suma, esta novela me ha gustado sólo parcialmente. El excesivo lirismo del último capítulo le hace perder pie por completo. La resolución de los conflictos es algo forzada, una sola parece realmente interesante, la de Azel. Como había dicho antes, ésta es una novela de denuncia o de llamado a la compasión, motivación legítima pero demasiado evidente en su propósito. 

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