teclas
desde hace unos días no dejo de escribir.
ya no experimento el cansancio de semanas anteriores en que tenía dolores de espalda, en que la sola proximidad a mi silla y a mi máquina me iban produciendo ya punzadas en diferentes partes del cuerpo.
tengo una especie de furor por escribir, como si tuviera las ideas claras, como si todo fuera perfectamente transparente.
las ideas son inicialmente confusas y luego, a medida que las teclas se van hundiendo un orden se impone, poco a poco, un orden que yo misma no esperaba.
y no es ninguna substancia la que lo ocasiona.
no bebo ni fumo.
nadie ni nada me distrae.
en casa sólo hay silencio y en la biblioteca todos miran sus pantallas.
creo que mi cerebro va buscando acomodo para tantas cosas acumuladas "en vrac"
creo que durante tantos meses hay hilos invisibles que se han ido tendiendo entre lecturas, frases, cosas vistas, reflexiones,
ahora todo empieza a tensarse y en mi sueño, a veces me sorprendo dándole vueltas a cosas,
en últimos mis sueños incluso planifico la ropa que me pondré al día siguiente para ya no tener que pensarlo cuando despierte,
y tener tiempo para esto, lo esencial
es como si estuviera preparando una maleta doblando pieza tras pieza,
con todas las prendas y pedazos de tejidos y objetos que fui escogiendo, lavando, zurciendo durante tantos meses.
Hay tanto que ha dejado ya de importarme.
Gabriela llegó de Madrid con una maleta repleta de cosas para las que no encuentro uso.
tal vez las cosas van tomando su sitio, aunque ya no sé cuál puede ser.
tendré que confiar en el inconsciente, en los sueños, en los hilos secretamente tendidos, en lo inesperado.
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