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el Otro

el Otro Hace unos días me sucedió algo curioso. Uno de los participantes en el grupo 52 envió al foro del taller de escritura una nota de suicidio. La nota iba firmada con su propio nombre.Aunque encontré el asunto algo torpe, en ningún momento me cuestioné sobre la posibilidad de que tuviera algo de real.Después, tranquilamente, envié la coordinación a todos los participantes e hice una crítica del texto.Ese mismo día apareció en el foro un comentario de L. acerca de la nota de suicidio.

Su carta me hizo avergonzarme de mí misma.

Cuánta indiferencia puede irse acumulando en uno.

Cuán alto es el muro que uno construye frente al dolor del otro.

L. le pedía por favor pensar en su familia, le hablaba de la dificultad como parte de la vida, y una serie de cosas que podrían haber hecho reír a cualquier osado.

El aludido, hombre inteligente, le respondió simplemente que ella era un cielo.

Creo que eso lo pensábamos todos, pero algo sonrojados.

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